Este invierno prepárate para ¡reforzar tus defensas! Aún estás a tiempo de preparar tu sistema inmunológico ante la invasión de virus y bacterias causantes de los resfriados y gripes.
Estamos en otoño, hay una delgada línea que nos separa del invierno (unos tres meses). La estación que temen muchas personas, y no es para menos, dado que el 80% de los resfriados comunes se producen durante esta estación.
Con el descenso de las temperaturas somos más vulnerables a las agresiones de agentes externos (virus y bacterias nocivas), que ponen a prueba nuestras defensas. Los de tercera edad y niños son los colectivos más propensos a los riesgos del frío, puesto que su sistema inmune es más inmaduro y débil. Los adultos oscilan a experimentar entre dos y cuatro resfriados al año, en cambio los niños pueden llegar ¡hasta los diez por año!
Otras infecciones
A parte de que las estaciones frías pueden agravar enfermedades respiratorias y circulatorias (neumonía, gripe, enfermedad pulmonar obstructiva crónica…) el descenso de las temperaturas afecta a la disminución de defensas, favoreciendo así la aparición de enfermedades infecciosas que aumentan con la llegada del otoño, se estabilizan durante el invierno y descienden entrada la primavera.
Pero el frío no siempre tiene la culpa de todo: también cuenta que el sistema inmunitario esté siempre sufriendo agresiones constantes a diario por elementos externos (infecciones recurrentes, efectos secundarios de ciertos fármacos cuando se toman muy seguido, carencias de micronutrientes esenciales, el estrés y envejecimiento).
No hay duda de que existe un buen puñado de hábitos de vida que nos van a conducir a una adecuada respuesta de nuestro sistema inmunitario ante todos esos ataques a los que tenga que hacer frente.
Te resumimos cómo puedes activarte y fortalecer esas defensas:
• Alimentación: El sistema inmunológico va de la mano con una buena alimentación. Si ésta es inadecuada o insuficiente se producirá un descenso de las defensas, por el contrario, si es equilibrada y completa nuestro organismo estará fuerte y en forma para estimular la respuesta inmunitaria del cuerpo. Recuerda, una alimentación equilibrada y completa es un factor determinante a tener muy en cuenta.
• Practica ejercicio: Pilla el gusto por cualquier deporte, y practícalo al menos durante una hora tres días a la semana. Si se te complica, sal simplemente a caminar durante media hora diaria cada día como mínimo. Además de fortalecer nuestros músculos y estar en forma, aumentarán nuestra vitalidad y fortificará los huesos. Mantente activo para evitar el descenso de defensas.
• Descansa tanto como sea necesario: Siempre intenta dormir las horas que realmente necesitas pues la falta de sueño no solo nos impide afrontar el día, sino que a largo plazo tendrán un importante impacto sobre nuestras defensas.
• Evita el estrés: El estrés es un mecanismo adaptativo normal, pero se convierte en un problema cuando nos vemos sometidos a condiciones estresantes de elevada intensidad y duración. Si encontramos la fórmula que provoca nuestro estrés (que no siempre es tan evidente) encontrarás la manera de atajarlo ayudará muchísimo en la fortificación de defensas.
• Refuerza con bifidus: Sabemos que hay bacterias que afectan a nuestro cuerpo, pero hay otras que son necesarias. Dentro del amplio grupo se encuentran las que contienen los lácteos, para elaborar el queso, yogurt o mantequilla. Impiden que bacterias dañinas se desarrollen en el organismo ya que permanecen activas en la mucosa del intestino y potencian el sistema inmunitario.
Además de seguir estos consejos, puedes adquirir aún más defensas con nuestro suplemento activo que disponemos en la web. Pincha aquí para averiguarlo.
Puntos descuento